El mercado de acciones es ampliamente volátil y hace que sea necesario afrontarlo con un sistema que tenga procedimientos claros y precisos que pueda generar oportunidades de forma recurrente para que el capital disponible sea activamente optimizado y con un enfoque que pueda ser escalable para que en las diferentes estrategias que se apliquen se puedan ejecutar para cualquier tamaño de cuenta y capital.

Los dos procedimientos mas importantes en la toma de decisión son las condiciones generales y las específicas. En las condiciones generales se encuentran las variables macroeconómicas, la inclinación del sentimiento de mercado sea de apetito al riesgo o aversión al riesgo y la selección del sector o industria. En las condiciones específicas se encuentra el análisis cuantitativo que implican los resultados financieros actuales y esperados, además el análisis cualitativo con la identificación de situaciones corporativas relacionadas a las líneas de negocios, sus productos o servicios y su exposición geográfica, proyectando además catalizadores importantes (que es la pieza de información que termina por mover los precios) y por último el timing correcto en la ejecución determinado por análisis técnico en los gráficos.

Todo este proceso debe estar acompañado de una correcta administración de capital (money management) que permita maximizar ganancias y minimizar las pérdidas.

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